Se ponen a macerar en huevo batido filetes de ternera cortados muy finos con poca sal. Al cabo de una hora se extienden y sobre la mitad de la superficie se extiende una capa de queso de cabrales (no mucho porque es fuerte y mataría todos los demás sabores) otra capa de buen jamón y otra de setas previamente hechas a la plancha (pueden ser de cardo o schi-take) ligeramente salpimentadas. Pasar por pan rallado apretando bien y freír en aceite fuerte para que no se abran ni se hagan demasiado. Se puede acompañar de unos pimientos morrones (también pueden ir en el relleno) con unos tomatitos abiertos. Existen múltiples variantes dependiendo del relleno y la carne utilizada, también hay cachopos de pescado.
Imaginaos ahora que nosotros muy tarde ya en la noche hablamos de hombre a hombre, finalmente de mujer a mujer o de mujer a hombre. Imagínatelo, en una de esas...
A medida que avanzaba la noche, percibía lo que ya era un hecho maravillosamente irrefutable, que nuestra tertulia literaria se ha ido transformando en una tertulia socio-literaria, donde...
¡Es una historia de amor!, ¡Es una historia de amor!, ¡Eureka!, decía una y otra vez Fernando, seguro de lo que afirmaba, como poseído, entusiasmado por la...