ODA AL HUMO
Y allí envueltos por la neblina,
seguían impertérritos los dos comensales,
el humo salía por la cocina,
yo diría que a raudales.
Cuánto tiempo pueden los hombres aguantar
respirando humo de carbón y petróleo,
quizás habría que preguntar
a Santiago el "Gasóleo"
Al principio todo era jolgorio, todo de maravilla,
Carlos Guardián preparaba la ensalada.
Gambas, cigalas y cañaíllas
aventuraban mariscada.
Nada hacía prever lo que iba a suceder,
platos con jamón, queso y caña de lomo,
era lo que en la mesa se podía ver,
y nadie imaginó el caos que vendría ni por asomo.
Y entonces llegó el momento
de los grandes chuletones.
Willy no le eches sarmiento
que el humo ya sale a borbotones.
Luces azules en el horizonte
bomberos con sus cascos, vecinos alborotados
y hasta algún polizonte.
¡Puede ser que alguien se haya equivocado!
Mientras el humo se va diluyendo,
Lancha y Osobuco sirven los postres muy tranquilos,
¡Con la que está cayendo
y no tienen el alma en vilo...!
Y termina la cena de Navidad más original
que se ha hecho en esta sociedad.
¡A ver el próximo que tiene cojones
de sacar la barbacoa para hacer unos chuletones!
El presi y el Seguro os desean felices fiestas y que tengáis cuidadito con el fuego.