PATRIA O MUERTE. ¡VENCEREMOS!
¡Soooocio! ¡El comandante Fidel no ha muerto!.Os está vigilando allá en La Habana Alta fumándose un cohiba. Y cuidadito que sabe que a dos cuadras de Virgen de Luján hay un antro que se llena de gallegos todos los jueves. Ha dejado a su hermano Raúl por si hay que combatir a los enemigos de la Revolución así que no os paséis un pelo pidiendo democracia y tonterías de esas.
El más gallego de todos se llama Ricardo y viene a cocinar con el yerno (un tal Eduardo). Son gallegos de Allariz y son más de marisco que de frijoles pero como nuestro camarada Fidel era de abuelos gallegos, y por tanto le guarda cariño a este terruño, los dejaremos cocinar siempre que de pinches vengan el Guerrita y el Quijote que son admiradores del Ché Guevara. Más vale que vengáis todos en chandal que es el uniforme oficial de los países democráticos como el nuestro.
El Ché Político volvió a la sede de los revolucionarios
Para ajumarse con Garum de Cádiz (la pequeña Habana) y Tío Pepe han venido 14+2 comensales de los que creen que Adan y Eva eran cubanos porque no tenían ropa,andaban descalzos, no los dejaban comer ni manzanas y les insistían en que estaban en el paraiso.
Mientras nuestro comandante Fidel le come en el cielo tó la papaya a las jineteras que lo estaban esperando, nosotros nos vamos a ir comiendo otra fruta tropical como el mango pero en salmorejo. ¡Chico, sabrosón,sabrosón!
Dicen que a nosotros lo único que nos gusta es bailar salsa pero también nos gusta comérnosla.
Nos encanta la salsa bechamel que llevan los rollitos de esparragos con quesito y jamón de york. Lastima que en Cuba no tenemos jamon york. Algunos lo llaman Jesucristo porque todo el mundo habla de él pero nadie lo ha visto. ¡Estos gallegos se cuidan bien los cabrones!
Cuando nos reunimos en el Malecón a ver el mar ( principal actividad de ocio de un cubano de La Habana) solemos ponernos a pensar como haríamos un parmentier de deconstrucción de marmitako al estilo de Eduardo el Yernaco y nos dan ganas de coger la balsa y tirar pa España a que nos enseñe.
De postre nos gusta tomarnos un mojito o agua de coco pero también las naranjas maceradas con miel y vinagre de Pedro Ximenez nos encantan.
Los camaradas revolucionarios pagan con gusto los 12 pesos que cuesta la cena porque saben que ese dinero irá destinado al servicio de la revolución.
La propaganda imperialista dice que nuestra reforma agraria se parece al Vaticano en que en 50 años solo han producido cuatro papas. Que sabrán estos yanquis si lo único que saben hacer es mandar a la gente a Guantánamo y ponerles un mono naranja.
De todas formas nosotros preferimos más que la Cuba libre los cubalibres. Para tomarlos cogemos la aspirina que es como llamamos al autobús ya que se toma cada cuatro horas y nos vamos al Floridita o a la Bodeguita del Medio allí donde Hemingway se ajumaba bien ajumao.
Eso sí no le ponemos hielo porque cuando vamos al coco (frigorífico) sólo encontramos agua.