Nuestra peregrinación trimestral nos lleva al otro lado del río donde visitamos el local del chef Dani Reche y de su socio Florencio Ortiz alias Flori. Si vas por la avenida Eduardo Dato te encontrarás casi haciendo esquina con la avenida de la Buhaira un local llamado depiKofino. Si eres de los que te gusta la cocina de fusión y las tapas creativas no busques más porque el chef Dani Reche es un auténtico maestro en este arte, el amo y señor de la cocina de este emporio gastronómico. Dani Reche es un tío que es capaz de echar mortadela a un tacos de corvina y que el resultado sea convincente, sus platos destacan por su elaboración y también por su presentación. Pero lo más importante es que consiguen el objetivo final que ha de tener un chef y que no es otro que el público salga contento
Si a esto le añadimos que su socio es Flori al que siempre recordaremos por aquel maravilloso licor casero con el que nos obsequió en una ocasión, pues ya os podéis imaginar el por qué peregrinan en romería, aprovechando la coincidencia con el Rocío, dieciséis socios de la sociedad gastronómica El Majao a este local.A Flori le tenemos puesto ya un apodo por si se le ocurre entrar en nuestra sociedad. Sería como diría Paulo Coelho, Flori el alquimista, el mago de los licores o el señor de la química.
Nos sentamos a la mesa una vez que el Barbas se pone al día de las proporciones en la elaboración de la alquimia licorera del gran Flori y empezamos con un salmorejo de mandarina con aire de coco. Alguno dijo que el aire de coco parecía espuma de mistol y a otro le pareció que estaba un poco ácido pero es lo que tienen los cítricos. Probablemente el que lo dijo tiene el estómago hecho mistos de los lingotazos que se toma. Así que no le echemos la culpa de la acidez al salmorejo señores. ¡Un poquito de vida más sana, hombre!. Muy buena la combinación de sabores.
El viento es cambiante en la cena y del aire de coco pasamos al aire de regaliz ya que el siguiente entrante es un pionono de carrillada con yema curada en soja y el susodicho aire de regaliz.Un entrante muy conseguido y muy agradable para el paladar.
Cuando sopla el aire siempre llega la lluvia y con ella la hierba para que coman los corderitos y afloren las setas en el campo. Es el momento para una creación muy original que consiste en un cordero,que lleva 18 horas de cocción a 65º, desmenuzado y servido como si fuera el tronco y el sombrero de una seta de verdad. Presentación espectacular y buen producto, sí señor.
Vientos de Extremadura llegan en la siguiente apuesta de nuestro chef ya que al risotto de confit de pato le añade torta del Casar y vive Dios que da resultado la combinación de estos elementos.
De principal se puede elegir de donde quieres que te llegue el vendaval. A los que eligieron que viniese de Galicia les trajeron un solomillo de ternera gallega al Pedro Ximénez. Mucho aficionado hubo a esta vaca rubia y creo que no se equivocaron.
Ráfagas de aire de Japón con brisa de Huelva les llego a los que eligieron el solomillo de cerdo de bellota con salsa sumiso que como sabéis es muy utilizada en la cocina japonesa y que lleva miso blanco, sake, vinagre de arroz y mostaza inglesa.
Brisilla del Mediterráneo llega con el lomo de corvina con carbonara de mortadela. Sí, he dicho mortadela. Plato arriesgado donde los haya y más de uno seguro que habrá tachado de loco al chef por la idea e incluso al cliente por pedirlo. Recordemos que sólo hubo un valiente que se atrevió a esta aventura gastronómica aunque fuimos varios los que probamos la carbonara de mortadela que efectivamente sabía a eso... a mortadela.Nuestro probador dijo que la mixtura era excelente y un plato muy exclusivo ya que no creo que haya otro lugar en Sevilla donde lo sirvan. ¡Nico valiente!