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Creado en Lunes, 01 Abril 2019 10:06
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Escrito por Joaquín Gómez
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LAS COSAS DEL COMER EN LA LITERATURA Y EN EL MAJAO
La presencia de los alimentos en la literatura ha sido abundante a lo largo de los tiempos desde el pan obtenido por caridad hasta la grandiosidad de festines y banquetes, desde la sangre derramada y bebida en el deleite de la comunión de los vampiros a las pociones mágicas que proporcionan vigor sin fin al galo Obelix, del milagroso bálsamo de Fierabrás, del que Alonso Quijano da noticia a Sancho, al gran depredador de carne cruda:el lobo de Caperucita que se come a la abuelita, a los cabritillos o que pretende hacer lo mismo con los tres cerditos. Junto a él coexisten otros grandes comedores de carne humana: los ogros comeniños, los dragones que prefieren princesas, los basiliscos, el sacamantecas, el hombre del saco, las brujas o las madrastras tipo Blancanieves a las que les gusta el corazón crudo de las niñas. En los tiempos que corren cualquier socio del Majao se jacta de comer tataki, tartar, carpaccio o ceviche que es una forma un poco más moderna de comer carne cruda pero que al fin y al cabo es lo mismo que hacía el lobo con los pobres cabritillos.
A buen hambre no hay pan duro y los catorce comensales de esta noche la traen por lo que no le harán ascos a una cena pantagruélica. Los dos cocineros (Manolo Rotondas y Adolfo Padrino) traen platos generosos y contundentes que harán trabajar de lo lindo a los dos miembros del SPU (que como sabéis es el Sindicato de Pinches Unificado), Nico Mantenedor y Joaquín Monarca.
Empieza Manolo Rotondas con una tosta que nos recuerda a Miguel Delibes y sus "Santos inocentes". Llevaba encima un chorizo picante que bien podría estar hecho en la Extremadura rural, un pimiento del huerto del cortijo y dos huevos de codorniz como las que cazaba el señorito Iván. Una tosta en definitiva que hubiese hecho las delicias de Paco el bajo o del mismo Azarías.
"Sherlock Holmes tocaba el violín. Yo cocino" decía el detective Carvalho en una de las obras de Vázquez Montalbán y más o menos es lo que piensa el señor Carrizosa cuando prepara su solomillo adobado con pimentón y oregano. Ya quisiera Carvalho...
"La vida es bacalao"afirma una famosa obra literaria islandesa de John Kalman Sthefanson. Pérez Galdos era un experto cocinero que tenía entre sus recetas más preciadas un bacalao de Escocia al horno y Adolfo Padrino la tiene en su bacalao a la vizcaina cuyo secreto es el pimiento choricero que le da sabor y textura a la salsa. Se podría decir que este hombre sabe partir el bacalao...
Para finalizar Adolfo prefiere volver a la literatura clásica y rebusca en los libros romanos, griegos y de Al-Andalus que hacen referencias a platos parecidos al ajoblanco. Parece ser que el ajoblanco nació en la zona de la Axarquia en época musulmana. Málaga y Granada se disputan su origen La versión de Adolfo incluye manzana, pasas y piñones que sirvieron para refrescar a los comensales después del festín anterior.
Vuelve Manolo Rotondas con el digestivo postre que parece sacado del libro "Fresa y chocolate" porque utiliza el primer ingrediente para mezclarlo con kiwi, y luego lo adorna con sirope de chocolate,un barquillo y helado de limón. Gracias a Dios el helado no estaba hecho con el limón que dejó Paco Seguro en una de las estanterias de la cocina...
Con el dinero sucede lo mismo que con el papel higiénico; cuando se necesita, se necesita urgentemente y eso es lo que le pasó a nuestro presidente que exigió quince euros sin dilación a todos los presentes para afrontar las deudas contraídas. Ya dijo Lope de Vega que en amigotes ni deuda ni mujer están seguras...
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