TITANIC (O EL HUNDIMIENTO DE UNOS GARBANZOS CON LANGOSTINOS)
Esta noche suben a bordo del transatlántico RMS Titanic de la clase Olimpic y fletado por la naviera White Star Majao Line 15+3 pasajeros. Por supuesto van a viajar en primera clase que es lo que les corresponde por clase social y no cejarán en el empeño de pasarlo bien en un trayecto gastronómico que los llevará de Southampton a Nueva York.
Jack Candidato Dawson es el encargado de salvar del naufragio la cena de esta noche ya que el plato principal que era garbanzos con langostinos ha fermentado y se ha hundido en el cubo de la basura.
A su lado Caledon Monarca Nathan le ayudará en esta ardua tarea junto a dos pinches traídos de los camarotes de tercera clase y a los que apodan Barbas y Mandíbulas.
Se sientan en la mesa del capitán y, mientras esperan la llegada de las viandas, algunos dan buena cuenta de un champagne francés llamado J.P.Chenet, otros del ya clásico Tío Pepe o del Viejo Mundo de Ribera del Duero.
Creo que el fotógrafo se tomó una copita
Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder, dijo Jack Candidato Dawson, así que si no tenemos garbanzos con langostinos nos salvaremos del hundimiento con una cinta de lomo a la naranja con patatas panaderas fritas a fuego lento. Este plato haría las funciones de tercer salvavidas del ágape nocturno.
Pero antes de que eso ocurriese Caledon Monarca Nathan zarpó con una turmix (cuyas hélices tenían menos fuerza que las del Titanic después de chocar con el iceberg) a realizar una salsa inglesa de queso que llevaba queso de cabra, queso filadelfia, vino de Oporto, pimienta negra, aceite y sal. Anteriormente se había puesto en los platos un lecho de rúcula e higos en rodajas que se recubrió con la salsa inglesa y unas almendras tostadas. Una ensalada curiosa cuando menos y que sirvió de primer salvavidas.
Para terminar el rescate de los pasajeros se sirvió una ensalada de aguacate con mango. Algún que otro viajero de este navío pidió la receta e intentaremos satisfacer su curiosidad.
Primero ponemos un lecho de aguacate cortado bien finito y encima rodajas de mango muy loncheadas. Rallamos jenjibre fresco por encima y le echamos un chorreoncito de aceite. Luego cilantro picadito, unas escamas de sal maldon y un poco de jugo de lima. Por último se le añaden anacardos tostados y ya tenemos un segundo salvavidas para la cena.
Y de postre nuestro Jack Candidato se saca de la manga un yogurt bastante historiado que una vez salvada la cena nos sabe a auténtica gloria.
Nos marchamos a casa en los botes salvavidas. Nuestro Titanic de garbanzos con langostinos se hundió pero pudimos usar nuestros recursos para salvarnos por los pelos del ahogamiento en los fríos mares del Norte.