CAROLINAS DE BILBAO
Ingredientes para unas 20 carolinas
Ingredientes para la crema pastelera
Para la base de hojaldre
Para el merengue italiano
Para la cobertura de yema y de chocolate
Primero hacemos los pastelitos de arroz.
Engrasamos los moldes con un poco de mantequilla derretida ayudándonos de un pincel, y los espolvoreamos ligeramente con un poco de harina, podemos utilizar moldes para magdalenas o mini tartaletas.
Con un poco de azúcar glas, estiramos las dos placas de hojaldre. Con un corta pastas o cortador de galletas hacemos unos discos de tamaño un poco más grande que los moldes que hemos elegido, colocamos cada disco de hojaldre en los moldes ajustándolos bien al fondo y a las paredes de los moldes, con un cuchillo recortamos la masa sobrante. Pinchamos la base ligeramente con un tenedor. Reservamos
Lo primero que vamos a hacer, es batir la mantequilla blanda con el azúcar, hasta conseguir una textura esponjosa. A continuación, añadimos los huevos uno a uno, incorporando bien el primero, antes de agregar el siguiente.
Seguidamente se añade la harina poco a poco, en dos o tres veces, removiendo con las varillas o con una espátula hasta que se integre. Por último, incorporamos la leche también en dos o tres veces, y la canela molida. Precalentamos el horno a 160º C.
Vertemos la mezcla en crudo en el interior de los moldes, casi hasta arriba, pero dejando un centímetro aproximadamente sin llenar, ya que luego en el horno subirán bastante.
Horneamos unos 20 minutos dependiendo del horno.
Retiramos del horno, desmoldamos con cuidado de no quemarnos, y dejamos enfriar los pastelitos sobre una rejilla.
Disponemos las claras a temperatura ambiente en el recipiente de la batidora o robot de cocina.
En un cazo al fuego ponemos el agua y el azúcar, cuando el jarabe alcance los 100º C , comenzamos a batir las claras a velocidad media.
A los 118º C retiramos el jarabe del fuego, esperamos un minuto, y lo vertemos poco a poco sobre las claras montadas, dejando caer el líquido en forma de hilo fino pero constante. Seguimos batiendo hasta que la preparación se enfrié a unos 40º C. y obtengamos un merengue firme y brillante.
Introducimos el merengue italiano en una manga pastelera con boquilla ancha y lisa, del nº 9, decoramos los pastelitos haciendo remolinos o anillas, y terminado en punta como se muestra en la imagen. Por último, hacemos dos franjas con la crema de yema y el chocolate fundido.
Imaginaos ahora que nosotros muy tarde ya en la noche hablamos de hombre a hombre, finalmente de mujer a mujer o de mujer a hombre. Imagínatelo, en una de esas...
A medida que avanzaba la noche, percibía lo que ya era un hecho maravillosamente irrefutable, que nuestra tertulia literaria se ha ido transformando en una tertulia socio-literaria, donde...
¡Es una historia de amor!, ¡Es una historia de amor!, ¡Eureka!, decía una y otra vez Fernando, seguro de lo que afirmaba, como poseído, entusiasmado por la...